Hemos empezado nuestra labor de ayuda con los gatos ya que son los que sufren el mayor índice de abandono.
La idea tan extendida de que los gatos son muy independientes y de que pueden arreglárselas solos en libertad es falsa.
En nuestras calles, viven dos tipos de gatos errantes:
– Los llamados gatos ferales o callejeros, que han nacido en la calle, siempre han vivido en libertad y están acostumbrados a ese estilo de vida. Son animales que no pueden ser separados de su hábitat natural y difícilmente podrían vivir felices en un hogar como animales de compañía junto a los humanos.
Su sitio es en la calle, pero necesitan cuidados y alimento para tener una vida digna en su hábitat natural.
– Los gatos que fueron domésticos y que un día son abandonados por sus dueños (porque están enfermos o lesionados, son viejos, se han hecho adultos o, simplemente, porque se han cansado de ellos). Acostumbrados a vivir como mascotas o animales de compañía, no saben afrontar las dificultades de la vida en la calle y sus posibilidades de supervivencia son mínimas.
En ambos casos, los gatos de nuestras calles tienen una esperanza de vida muy corta, de un año y medio o dos años a lo sumo.
Acaban su vida prematuramente, de la misma forma que la han vivido, solos e ignorados por la mayoría de los humanos.
GATOS EN LA COSTA tiene como propósito contribuir a que la vida de todos los gatos de la calle sea menos dura y a que los gatos recién nacidos en colonias felinas o que han sido abandonados por sus dueños encuentren cuanto antes un hogar que los acoja y les dé cariño y protección.
Si quieres colaborar con nosotros para lograr este propósito, hemos previsto diversas formas de hacerlo.